El 23 de mayo pasado, el NewClimate Institute publicó un informe esclarecedor titulado “EU Climate Partnerships – Fit for Purpose?” que evalúa el compromiso internacional de la Unión Europea (UE) a través de diversas alianzas climáticas. Los autores Sarah Jackson, Lukas Kahlen e Ines Paiva destacan tanto los logros como los desafíos que enfrenta la UE al aprovechar estas asociaciones para fortalecer su influencia global y su diplomacia climática.
Desde el inicio de la Comisión Von der Leyen en 2019, el panorama global ha experimentado transformaciones considerables. La UE se encuentra navegando en un mundo marcado por una mayor asertividad de potencias como China y Rusia, interrupciones en las cadenas de suministro y preocupaciones en torno a la seguridad energética y económica, todo bajo la amenaza inminente del cambio climático. Estos factores han llevado a la UE a recalibrar su estrategia geopolítica, enfatizando enfoques innovadores a la diplomacia climática a través de una serie de alianzas climáticas.
En respuesta a la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road) de China, la UE lanzó la iniciativa Global Gateway, destinada a apoyar el desarrollo de infraestructuras en economías emergentes y en desarrollo, con un fuerte enfoque en las transiciones verde y digital. Complementando esto, existen varias iniciativas bilaterales y plurilaterales, incluidas las Alianzas Verdes, las Alianzas Estratégicas de Materias Primas Críticas y las Asociaciones para la Transición Energética Justa, que en conjunto buscan fortalecer los esfuerzos diplomáticos y la influencia de la UE.
El informe identifica desafíos significativos dentro de estos marcos. La iniciativa Global Gateway de la UE, junto con otros marcos de asociación, lucha por articular una visión coherente y lograr una coordinación efectiva tanto dentro de las instituciones de la UE como con los Estados miembros. Las interacciones diplomáticas con los países socios a menudo sufren de una comunicación fragmentada y una priorización inconsistente, lo que obstaculiza la eficacia y la capacidad de las instituciones de la UE.
Recomendaciones clave para mejorar las alianzas climáticas de la UE
Para superar estos desafíos, el informe presenta varias recomendaciones estratégicas:
- Alinear prioridades de la UE y los Estados miembros: Una mayor coordinación entre la UE y sus Estados miembros es crucial para aprovechar el potencial del enfoque de Team Europe, asegurando visibilidad, coherencia y sinergia en las alianzas climáticas.
- Comunicación más clara: La UE debe elaborar mensajes concisos que transmitan claramente los objetivos y beneficios de sus alianzas climáticas. Una comunicación efectiva, incluidas campañas en idiomas locales, puede resonar más profundamente con las partes interesadas y el público en general.
- Desarrollar una visión estratégica a largo plazo: Una visión estratégica compartida y a largo plazo entre la UE y los Estados miembros es esencial para alianzas climáticas holísticas y sostenibles, reforzando la credibilidad y el compromiso.
- Claridad en las responsabilidades y el aumento de recursos: Una clara delimitación de roles y recursos adecuados son vitales para la implementación exitosa de las alianzas climáticas. Las instituciones de la UE necesitan experiencia diversa y financiamiento suficiente para cumplir sus objetivos.
- Liderazgo político fuerte: El compromiso político a alto nivel es necesario para asegurar la provisión de recursos, la coordinación efectiva y una implementación visible sobre el terreno.
Chile: Un modelo de la agenda de inversiones Global Gateway UE-ALC
Un caso notable destacado en el informe es el compromiso de la UE con Chile bajo la Agenda de Inversiones Global Gateway UE-ALC. Lanzado en 2023, la Iniciativa Team Europe en Chile para el Desarrollo del Hidrógeno Renovable se centra en impulsar la transición energética justa a través de la producción y exportación de este energético, alienada con la ambición de Chile de convertirse en un líder en la producción y exportación de hidrógeno renovable para 2040.
La iniciativa incluye la creación de la Plataforma de Financiamiento Global Gateway, impulsada por la Delegación de la UE en Chile y apoyada por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el banco de desarrollo alemán KfW. Considera además el desarrollo del Proyecto de Asistencia Técnica RH2 implementado por GIZy la AECID, así como la participación de once Estados miembros a través de distintas iniciativas.
En este último ámbito destacan el trabajo impulsado por los Países Bajos, quienes jugaron un papel pionero en 2021 al establecer un corredor marítimo para hidrógeno verde entre Chile y Europa a través del puerto de Rotterdam, en consonancia con la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde de Chile. Alemania también ha sido instrumental, con el puerto de Hamburgo firmando acuerdos para facilitar las importaciones de hidrógeno, subrayando la posición líder de Alemania en la producción de hidrógeno y su asociación estratégica con Chile.
Este esfuerzo colaborativo ejemplifica cómo los Estados miembros de la UE pueden trabajar juntos con países socios para avanzar en los objetivos climáticos globales, demostrando el potencial de las alianzas climáticas bien coordinadas.
El informe completo está disponible en el siguiente link. Para más información, visite NewClimate Institute.
Crédito Imagen: NewClimate Institute